El proyecto de Canvida, pionero en Asturias desde 2018 por su área de investigación, se centra en el uso de perros en la detección de células cancerígenas. Actualmente, el equipo lo componen cuatro canes, pero solo dos se encuentran ‘activos’. La detección es posible gracias a su habilidad olfativa, pues son capaces de oler los reactivos de la enfermedad en muestras de laboratorio de los pacientes. Del mismo modo, pueden distinguir si tienen o no un tumor.
La Unidad Canina de Rescate del Principado de Asturias está formada por ocho guías y sus catorce perros. Combinan sus trabajos primarios con esta otra actividad voluntaria, entregada y que exige gran compromiso. Fundada hace 35 años, ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su labor, como la Medalla de Plata del Principado del 2017.
La unidad ha participado en multitud de emergencias en el Principado, desde búsqueda de desaparecidos en la montaña a derrumbes por explosiones de gas, argayos o colapsos de estructuras, también en la localización de personas mayores que desaparecen en la zona rural, operaciones de búsqueda de personas con algún tipo de demencia que se desorientan en el entorno de su casa. El equipo tiene su sede en La Morgal. Allí disponen de un campo de entrenamiento con aparataje que permite a los perros practicar ejercicios de equilibrio, coordinación y obediencia. Un trabajo que les prepara para intervenir en «edificios colapsados o derrumbes». Cada fin de semana, el grupo hace además ejercicios de campo.
Lo fundamental para conseguir un buen perro de rescate es que haya una buena relación con su guía y se divierta con lo que hace. Estos canes «trabajan jugando», aprenden que buscar y rastrear siempre acaba con un premio.
Vestíbulo de la 2ª planta de la Escuela de Comercio
Agustín Ortal y Miguel de Prado