Existe entre los ciudadanos de a pie, que no comprenden las luchas partidistas de algunos políticos, a los que solo parece preocuparles los votos, la duda si pueden estar obligados a vacunarse por imposición legal, especialmente en estos duros tiempos de la Covid-19. Como principio general la vacuna no es obligatoria, pero hay excepciones como la actual de pandemia. En España los negacionistas –antivacuna- son muy numerosos, más de un 40%, no quieren o no desean vacunarse. Después de Francia es la nación europea con más ciudadanos que cuestionan la necesidad y obligación de vacunarse. Por eso muchos niegan que el gobierno de turno pueda obligar a la vacunación generalizada. La cuestión no es tan sencilla porque entran en juego dos derechos reconocidos por la Constitución: El derecho a la vida y el derecho a la integridad física- derechos que son violados por la ley del aborto y por la próxima ley de eutanasia-. Para algunos constitucionalistas la vacunación generalizada no se puede imponer porque no es obligatoria. Sin embargo en casos graves de crisis sanitarias o enfermedad infecciosa, como la Covid-19, la Unión Europea, se encarga de garantizar un alto nivel de protección de la salud de los europeos. Por eso nos es vital estar en Europa, no solo para recibir dinero. En España desde 1981 existe una ley Orgánica, que regula los estados de alarma, excepción y sitio. En ella se establece que en las crisis sanitarias como las pandemias permiten la declaración del estado de alarma y la autoridad competente podría establecer disposiciones para adoptar medidas para luchar contra enfermedades infecciosas, como es la actual Covid-19. Esta decisión no afectaría al individuo sino a la comunidad, con lo que se prendería conseguir la inmunidad del grupo. Pero esta medida, para obligar a una vacunación general, necesita del requisito de la previa autorización judicial, pues se debe tener en cuenta que las autoridades políticas estarían limitando o atentando contra derechos fundamentales individuales.
Fidel García Martínez, Catedrático de Lengua y Literatura y Doctor en Filología Románica
