Texto escrito por Fidel García Martínez. Secretario de la Junta directiva del Ateneo Jovellanos
Todos los años el Ateneo Jovellanos se suma a la celebración de la Navidad con sencillos y originales “belenes”, ideados y conformados por nuestro presidente, don Luis Rubio; diferentes en las formas, son esencialmente iguales, porque representan lo esencial de la Navidad: el nacimiento de Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en tiempo y lugar oportuno, Belén de Judea, siendo emperador romano, César Augusto, como narran los evangelistas de la Infancia de Jesús, San Mateo y San Lucas. Reivindicar la esencia de la Navidad es en este año 2021 más necesario que nunca, porque incluso desde los ideólogos globalistas de la Unión Europea, proponen que los nombres sagrados NAVIDAD, JUAN Y MARÍA, no aparezcan en las felicitaciones.
Este año nuestro belén de forma simbólica tierna, infantil y profunda reúne toda la esencia de la Navidad tal como se narra en los textos bíblicos y como la rimó en verso octosílabo de Romance el más grande de los poetas y el más excelso de los místicos SAN JUAN DE LA CRUZ cuando la canta así:
// Ya que era llegado el tiempo/ en que de nacer había/ así como desposado/ de su tálamo salía/ abrazado con su esposa/ que en sus brazos la traía/ al cual la graciosa Madre/ en un pesebre ponía/ entre unos animales/ que a la sazón allí había/ Los hombres decían cantares/ los ángeles melodía/ festejando el desposorio/ que entre tales dos había/ Pero Dios en pesebre/ allí lloraba y gemía/ que eran joyas que la esposa/ al desposorio traía/ Y la Madre estaba en pasmo/ del que tal trueque veía/ el llanto del hombre del hombre en Dios/ y en el hombre la alegría/ lo cual del uno y del otro/ tan ajeno ser solía/
Este es el misterio que quieren representar a su manera el humilde nacimiento de nuestro Ateneo Jovellanos y el maravilloso romance del Patrono de los poetas:
JESUCRISTO ASUME COMO PROPIA LA NATURALEZA HUMANA, CON SU DEBILIDAD REPRESENTADA EN LAS LÁGRIMAS QUE SON LAS PERLAS QUE LA NATURALEZA HUMANA APORTA AL DESPOSORIO.
Rubén Darío, el poeta más grande de la modernidad, sintetizó con verso encendido la esencia de NAVIDAD: “La virtud está en ser tranquilo y fuerte/ con el fuego interior/ todo se abrasa/ se triunfa del rencor y de la muerte/ y hacia Belén… ¡la caravana pasa!