Entrevista publicada en el diario La Nueva España por Nico Martínez:

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Lola Higueras, primera buceadora de la Armada: “En España preferimos seguir a cualquiera que nos hace de menos o que se inventa la leyenda negra que conocer la historia real»
«Creo que hemos sido el país más importante desde el punto de vista de la navegación; fuimos una auténtica potencia tanto en el XVI y en el XVIII»

La exdirectora técnica del Museo Naval de Madrid y primera buceadora de la Armada Española, María Dolores Higueras Rodríguez (Madrid, 1945), ofrecerá este jueves en el salón de actos de la antigua Escuela de Comercio, a las 19.00 horas, la charla “Jorge Juan y la marina ilustrada”. La cita la organizan la Fundación Alvargonzález y el Ateneo Jovellanos con motivo del 250 aniversario del fallecimiento de Jorge Juan Santacilia.

-¿Qué importancia tuvo la figura de Jorge Juan Santacilia?

-Es una de las grandes figuras de la marina científica de la segunda mitad del siglo XVIII. Tiene una personalidad extraordinaria y muy versátil, porque abarca muchísimos campos. Es importante para las expediciones científicas del siglo, es uno de los grandes impulsores de la renovación de la construcción naval, de las enseñanzas náuticas y es realmente una de las grandes figuras de la España ilustrada a la que me dediqué desde que entré a trabajar en el Museo Naval y durante cuarenta años. También fue un gran impulsor de todas las reformas que se hicieron en esa época por decisión de los Borbones y que realmente llevaron a España de nuevo a la cúspide del poder naval. Fue el que posibilitó las más de 60 expediciones que llevó a cabo la corona española a América. Es un personaje que he trabajado a fondo, que conozco bien, y lo quiero poner de manifiesto.

-¿Cómo valora que se organicen este tipo de eventos?

-Me parece muy interesante porque la historia de España es mal conocida por los propios españoles. Fuimos muy grandes en la mar. Creo que hemos sido el país más importante desde el punto de vista de la navegación. Fuimos una auténtica potencia tanto en el XVI y en el XVIII y me parece importante que esto se divulgue en conferencias. A lo largo de mi vida he dedicado una gran parte a la difusión del patrimonio y la historiografía española porque es mal conocida. Siempre que me lo piden lo hago encantada porque cuantas más personas conozcan lo que fuimos, mejor.

-¿Por qué cree que esto ocurre?

-Sucede porque desgraciadamente España, que es un gran país y somos una gente estupenda, vivimos de espaldas al mar, que es realmente el medio que nos hizo grandes en el mundo, y de espaldas a nuestra historia. Preferimos seguir a cualquiera que nos hace de menos o que se inventa la leyenda negra, y no realmente conocer la historia real de viva voz y con los propios archivos, como he hecho yo.

-¿Desde cuándo le llamó especialmente la atención la Armada del siglo XVIII?

-He dedicado una parte muy importante de mi vida a la marina ilustrada. Entonces, cuando entré en el Museo Naval, lo primero que hice fue la catalogación de la documentación de la expedición de Malaspina-Bustamante, que fue la última expedición científico marítima del siglo, y que era muy poco conocida. Hice un catálogo importante en tres volúmenes que se dio a conocer a los estudiosos y después en congresos y publicaciones. Estos se publicaban siempre en estas obras resúmenes en inglés para que tuvieran acceso los expertos anglosajones internacionales y eso tuvo un inmediato reflejo en que España empezó a aparecer en las grandes síntesis de la historia marítima. Antes no aparecía porque sencillamente no publicamos lo suficiente.

-Más allá de participar en estas charlas, ¿en qué otras actividades continúa presente a sus 79 años?

-En muchísimas. Estoy muy activa. Hace nada he participado en la presentación de una gran regata internacional española. Participo en documentales, he escrito dos libros importantes sobre la vuelta al mundo y acabo de entregar un libro sobre la presencia española en América en el siglo XVI, que es muy desconocida y fue muy importante. Estar jubilado tiene esa gran ventaja, que puedes elegir lo que realmente te interesa.

-¿De qué forma define su propia carrera?

-Mi vida ha sido realmente una vida frente al mar, sobre el mar y bajo el mar. Sobre el mar porque ha sido una vida dedicada a la historia marítima española. Bajo el mar porque ha sido muy importante en mi vida profesional el buceo y la actividad arqueológica subacuática y la defensa de nuestro patrimonio sumergido, que es importantísimo porque verdaderamente España ha navegado todos los mares y tenemos hundimientos en todos los mares de la tierra. Por circunstancias de la vida fui la primera buza que tuvo la Armada porque el Museo Naval pertenecía a la Armada y en el centro de buceo de la Armada no había mujeres. Fue una circunstancia muy curiosa que me llevó la vida. Entré muy joven en el Museo Naval, Julio Guillén quiso montar un área de arqueología subacuática y me formó como buza profesional para poder dirigir desde una época muy temprana el Instituto de Estudios Histórico-Navales Subacuáticos del Museo Naval. También estoy muy agradecida por todos los reconocimientos que he recibido. Es una maravilla.

-¿Qué supuso para usted ser la primera buceadora?

-La inmersión en el mundo subacuático ha sido una de las grandes alegrías de mi vida. Es un medio extraordinario donde uno siente lo físico y lo espiritual muy entramado. Es una sensación maravillosa la ingravidez, el silencio rumoroso del fondo, la riqueza de la fauna y esa explosión de color que surge en la profundidad.

-¿Sigue adentrándose en las aguas?

-Hace un tiempo que no buceo porque hace falta una infraestructura que no tengo en este momento. Es algo que no se puede hacer en solitario. Lo echo de menos, pero el mar lo vivo todo lo que puedo y me acerco al mar todo lo que puedo. Soy madrileña y vivo en Madrid, pero ahora mismo estoy en Gijón y vengo siempre que me puedo escapar, ya que además soy miembro del patronato de la Fundación Alvargonzález.

-¿Qué le parece el trabajo que realizan?

-Hacen una labor extraordinaria en el ámbito de la cultura desde todos los puntos de vista: la publicación de libros, prestar su sala a la gente joven que quiere exponer y sus publicaciones.

Artículo publicada en el diario El Comercio por Ana Ranera:

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