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Entrevista publicada en el diario El Comercio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crónica del acto publicada por Pablo Antón Marín Estrada, en el Diario El Comercio.

«’Las formas del querer’ es la novela de mi vida, me he dejado el alma en ella»
La escritora Inés Martín Rodrigo presentó la obra ganadora del Premio Nadal en un acto del Ateneo Jovellanos y el Aula de Cultura

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El Ateneo Jovellanos se desplazó ayer al salón de actos del Antiguo Instituto para acoger, en un acto organizado en colaboración con el Aula de Cultura de EL COMERCIO, la presentación de la novela ganadora del último Premio Nadal: ‘Las formas del querer’ (Destino), de la narradora y periodista cultural de ‘Abc’ Inés Martín Rodrigo (Madrid, 1983). Nuestra colaboradora y también escritora, Verónica García-Peña fue la encargada de introducir este debut en la ficción de la responsable del área de libros del histórico diario madrileño, tras publicar la biografía de Sofía Casanova ‘Las horas azules’ (2016) y el volumen de entrevistas literarias ‘Una habitación compartida’ (2020).

Como «uno de esos libros que se pega al corazón, una novela muy especial y llena de personajes reales -de los que tienen alma-, que se lee como una respiración, es decir como una necesidad», definió García-Peña la obra que conquistó el Nadal, antes de iniciar la sabrosa conversación con su autora en la que ambas irían desvelando algunas de las claves de una historia «llena de sentimientos desde el mismo título», en palabras de la propia Inés Martín Rodrigo. La novelista, curtida durante años en su labor profesional cubriendo el prestigioso galardón, confesó que una de las mayores satisfacciones que le estaba brindando el haberlo conseguido eran «los encuentros como este, con los lectores», y a través de ellos poder comprobar, de primera mano que «muchas de esas emociones muy intensas, reflejadas en mi novela también se están despertando en quien se ha adentrado en esas poco más de cuatrocientas páginas que tiene», apuntó.

La escritora agradeció los elogios de la introducción y la calificación de «novela muy especial», ya que aseguró «lo es para mí desde el hecho de haber cumplido un sueño, como ganar el Nadal, pero sobre todo porque es la novela de mi vida, hay bastante de mí en ella, tiene mucha de mi memoria, de mi pasado familiar, porque me he dejado el alma en ella». En la trama que la recorre hay una fiel correspondencia con el título, pues todas las vidas que en ella se van cruzando encarnan, cada una a su modo, «las distintas, infinitas formas que tiene el querer, una palabra que me parece más bonita que la de amor», explicó.

Se interesó García-Peña por cuánto de Noray, la protagonista, había quedado en la autora tras escribir su historia. Martín Rodrigo la presentó como «una joven a la que su nombre no le viene como anillo al dedo, porque ‘noray’ es un instrumento de hierro que se usa en las embarcaciones para que no se vayan a la deriva, y la vida de ella es una constante deriva. Cuando mueren sus abuelos, sus referentes vitales, se hunde en una profunda crisis y para intentar superarla recurre a la literatura». Este último rasgo «su amor por los libros, recurrir a ellos en los peores momentos de la vida», fue uno de los que reconoció compartir con su personaje, además de «su forma de ser valiente. Me gusta pensar que también yo lo soy, si no, no habría escrito esta novela», afirmó.

Entre los diversos temas que la escritora quiso plasmar en su relato, admitió igualmente lo cerca que le tocaban la presencia de la salud mental o la anorexia, una enfermedad «que yo padecí hace veinticinco años, tras la muerte de mi madre, y en todo este tiempo nunca me había encontrado una novela en la que me pudiese reconocer», confesó. Escrita a lo largo de tres años, durante los meses más duros de la pandemia, su autora sintió «que algo se me removía por dentro y había llegado el momento que tanto llevaba esperando para contarme a mí misma la historia, lo necesitaba para entender todo lo que había vivido. No hay impostura -es algo que no va con mi forma de ser- si digo que esta es la novela que yo quería leer», manifestó.

Los sentimientos tejen el destino de los personajes de esta historia que habla también de la maternidad, la memoria compartida, la muerte digna o la amistad, «la forma más bonita del querer» y en la que su autora ha querido dejar su final «en manos del lector». En muchas ha ido cayendo una novela que ya va por su tercera edición desde su salida en enero.

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