Si algo ha caracterizado el ocio promovido desde el ATENEO JOVELLANOS, han sido sus viajes culturales. Desgraciadamente esta pandemia que nos toca vivir ha dado al traste con ese espíritu viajero de la institución. En el mes de marzo, justo dos días antes de declararse el estado de emergencia regresaba un grupo de ateneístas de visitar los Pueblos Blancos de Andalucía.
Y albergábamos entonces la ilusión de visitar Hungría en el mes de julio. No fue posible, el estricto confinamiento al que nos vimos obligados, hizo que guardáramos la maleta sine die, no sin mucha nostalgia porque si algo es cultura, eso es viajar. No obstante, estamos convencidos de que eso pasará, es cuestión de tener paciencia. Y en el Ateneo la tendremos; y retomaremos en cuanto nos sea posible esos viajes con los que “estamos en contacto con el arte, conocemos su espacio histórico, comenzando por conocer nuestra región prioritariamente y, posteriormente, ir conociendo todas las comunidades españolas”, espíritu que con estas palabras recogían en el año 1995 los directivos del Ateneo en los primeros viajes y que sigue intacto, aunque las fronteras pronto se fueron ampliando. Traspasamos muchas, y los viajes culturales pasaron a constituir un plato fuerte de las actividades organizadas por la Institución. A aquellos primeros viajes, que se realizaron en 1995 por buena parte de la geografía española, asistiendo a ferias, exposiciones, museos, etc., dimos por primera vez el salto a Europa visitando París y los Países Bajos. Luego vino Praga, Berlin Budapest, Viena, Dinamarca, Finlandia, Noruega y un largo etcétera, prácticamente visitamos toda Europa. Pero pronto el Ateneo dio el salto a otros continentes: Estados Unidos, Argentina, Tailandia, Sudáfrica…
FUTURO VIAJERO
Seguimos con la intención de organizar viajes de todo tipo, fundamentalmente atendiendo a los intereses de los ateneístas, pero habrá que esperar a que la situación lo permita. En ello estamos.