Noticia publicada en El Comercio por Ana Ranera:

«Si el ‘Titanic’ lo hubiesen hecho en un astillero de Gijón, no se habría hundido»
El presidente de la Fundación Titanic, Jesús Ferreiro, ofrece hoy una conferencia en el Aula de Cultura sobre la verdad del naufragio

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Es muy difícil encontrar a alguien que no haya pasado, en algún momento de su vida, más de tres horas delante del televisor, viendo ‘Titanic’. Por eso, todos tenemos en la cabeza esta historia que, aunque es real, en la película está salpicada de las necesidades de la ficción. Está claro que no podemos creernos todo lo que vemos y así lo confirma Jesús Ferreiro, el presidente de la Fundación Titanic, que hoy imparte una conferencia, a las 19 horas, en el Ateneo Jovellanos, de la mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO. «Cada productor y cada escritor se arrima al ascua que más le conviene», asegura, y esa es la causa de que hayan calado tantas mentiras en la memoria colectiva.

La historia está mal contada ya desde el principio porque la causa del naufragio no fue un iceberg. «El motivo principal del hundimiento fue la mala calidad de los remaches que unían las planchas del barco», explica. «Cuando se analizaron en el mejor laboratorio del mundo, pudo comprobarse que estaban hechos con un porcentaje de escoria mucho mayor del recomendado», afirma. «Es como construir una casa con un cemento que tiene mucha más arena de la que debe tener. Se va a caer», ejemplifica. Eso hace que este experto en la materia no tenga ninguna duda de que, «si el ‘Titanic’ se hubiera construido en uno de los astilleros de Gijón, no se habría hundido. A las pruebas me remito: nunca ha pasado».

Pero esa no es la única mentira que hay en la cinta, en ella también podemos ver el suicidio del primer oficial del barco, William Murdoch, quien, según el filme, se dispara en la sien. «Eso es falso, de hecho, fue todo un héroe porque murió intentando bajar uno de los botes salvavidas. En ese momento, se dio un golpe en la cabeza y nunca se recuperó su cuerpo», se lamenta Ferreiro. «Sus familiares llevaron a juicio a James Cameron, el director de la película, y ganaron», recuerda.

«La última pieza que tocó la orquesta pudo ser una polka, un vals o ‘Cerca de ti señor’, no se sabe»
Lo que sí es verdad es que la orquesta se quedó tocando hasta el final, a pesar de que la muerte les estaba helando ya la piel. «Todos los supervivientes declaran que los músicos ayudaron a evacuar a mujeres y a niños y que, después de eso, empezaron a tocar», explica. «Lo que no está claro es cuál fue la última pieza porque unos hablan de una polka; otros, de un vals, y hay quienes, sin embargo, dicen que fue la canción religiosa ‘Cerca de ti Señor’».

La hipótesis que más fuerza cobra es la de la última superviviente del naufragio, Milvina Dean, quien contaba que «era imposible escuchar la melodía porque, en el mar, había más de mil personas gritando desesperadamente». Así que, desde los botes, lo único que oirían sería el rugido de las olas y de las vidas naufragadas, en medio de un océano que les había prometido hacer realidad sus sueños, pero que acabó ahogándolos en la espesura del olvido.

Crónica del acto publicada por LLP. en El Comercio:

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