CUENTOS DE NAVIDAD
Visitando las numerosos librerías de Avilés llama la atención la cantidad de libros pequeños medianos y grandes que tienen como título “cuento/os de Navidad”, que no son lo que parece sino todo lo contrario, una simple excusa para toda clase de fantasías extravagantes que nada y muy poco tiene que ver con los que es y significa NAVIDAD, palabra que incluso han querido censurar algunos cráneos privilegiados de la UE ;cuando la realidad es que la Europa de la que quieren apostatar, la del humanismo cristiano fundado en el Nuevo Testamento no existiría, por eso, Europa, tal como ha sido, corre el peligro de desaparecer como se prueba por la cristofobia cada vez más virulenta e intolerante. La misma TV no se cansa de emitir películas made in USA con reclamos presuntamente navideños.que muy poco tienen que ver con la Navidad. Se debe exceptuar de esta manipulación la excelente serie norteamericana THE CHOSEN / LOS ELEGIDOS, que presenta una visión cinematográfica extraordinaria de la Navidad , basada en los relatos histórico-teológicos de los evangelios de la Infancia de Jesús de los evangelistas San Mateo y San Lucas.Durante tiempo la ausencia de la Navidad en la literatura se debió al puritanismo anglosajón que siempre infravaloró e incluso proscribió la Navidad. Sin embargo, fue Charles Dickens quien intentó con toda su potencia narrativa contrarrestar la fobia navideña de sus compatriotas con su famoso y plagiado CUENTO DE NAVIDAD, que algunos tratan de modificar desfigurándolo en sus cuentos y películas; solo toman lo que llaman espiritual que no pasa de ser un una alquimia de espiritismo. Lo que Dickens supera con la conversión del viejo cascarrabias y avaro Scrooge quien superando su cinismo escéptico de las paparruchas, llega a la generosidad alegre y confiada, celebrando el Espíritu de la Navidad en familia como se recoge en la célebre película típicamente navideña QUE BELLO ES VIVVIR, con su mensaje; la necesidad vital de creer la Verdad Divina porque SIN EL NIÑO JESÚS NO HAY NAVIDAD.Por muchos artilugios brillantes de nuestras calles
Fidel García Marínez