Arturo Fernández Rodríguez (Gijón 1929) fue un actor español con trayectoria teatral y cinematográfica muy amplia. Falleció el pasado cuatro de julio del 2019 a los 90 años de edad manteniendo su actividad en los escenarios hasta el último momento, a causa de una dolencia estomacal de la que no se recuperó.
Fue un auténtico galán. Coqueto, vivaracho y seductor empedernido. Siempre que tenía la oportunidad ofrecía consejos sobre cómo se mantenía en forma. Junto a Isabel Pantoja protagonizó ‘El día que nací yo’, un duelo interpretativo cargado de pasión y emoción que cosechó numerosos éxitos.
Al principio de su carrera, se metió a figurante, lo único que podía, y fue así, haciendo de extra, como sobrevivió hasta conseguir sus primeros y mínimos papeles en el cine, con Rafael Gil y ya después incorporándose a la compañía teatral de Conchita Montes.
No tardó en descollar, tanto en las tablas como en los platós, y ya fueron muchos los directores que contaban de continuo con él: Gil, Pedro Lazaga, Tito Fernández o Juan de Orduña con «La tonta del bote» (1979), en la que también lanzó a otro fenómeno de la época, Lina Morgan.
Pero para Arturo el teatro siempre tuvo un tirón especial y prioritario. Nunca se desenganchó de él. Es más, por entonces, el mayor prestigio surgía y se ganaba en él y ahí cosechó no solo los aplausos, sino sus mejores y más reconocidos triunfos protagonizando obras como «Dulce pájaro de juventud», «Un Hombre y una Mujer» o «Esmoquin». En ellos, compuso un personaje que ya le acompañaría por siempre y en el que cuadraba de maravilla: el de galán elegante, con un punto cínico, pero seductor. ‘La casa de los líos’, también fue su obra maestra. Sus frases en esta serie familiar fueron copiadas por sus fieles seguidores: «Mira, chatín».
Salón de Actos de la Escuela de Comercio
Varios ponentes