COVADONGA: HISTORIA, ARTE Y RELIGIOSIDAD

Julián Herrojo nació en San Juan de Nieva, concejo de Gozón, en 1958. En 1980 ingresó en los Benedictinos, en Samos (Lugo), pero años después se incardinó en la diócesis de Oviedo, donde se ordenó en 1991. Fue entonces vicario parroquial de Cangas del Narcea (1991-1997), y realizó estudios de Sagrada Escritura en Jerusalén (1997-1999). Retornó como párroco de Breceña y siete parroquias más de la zona de Villaviciosa y en 2002 llegó a la Iglesiona. Su actual destino es la Parroquia del Santo Cristo de las Cadenas, en Oviedo.

Julián Herrojo es un intelectual de primer orden y un arqueólogo distinguido que, al cabo de años de permanencia en los Santos Lugares, localizó la población de Caná a unos catorce kilómetros de donde se suponía que se encontraba. Ha investigado también las referencias históricas, bíblicas y arqueológicas de Séforis, Naim y Taybe, y publicado artículos sobre «Kaubab y los parientes de Jesús» y «La obra de España en Tierra Santa», y, como medievalista, «Monografía sobre San Julián. Los orígenes del culto al mártir de Antinoe y su extensión por Asturias desde el siglo IX». No solo la arqueología bíblica y la alta Edad Media atraen su atención. Recientemente rastreó de forma exhaustiva y detectivesca los veraneos de Rubén Darío en Asturias: el resultado es un trabajo completísimo, «Asturias en la vida y la obra de Rubén Darío».

El nombre de Covadonga procede de la expresión latina Cova Dominica (que viene a significar Cueva de la Señora), la cual se ha ido transformando hasta llegar a la palabra actual: Covadonga. La historia primitiva nada nos ha dejado escrito acerca de los comienzos del culto a la Virgen María en la Cueva de Covadonga. Las noticias que de aquella época tenemos son necesarias buscarlas en la tradición, y ésta se refiere a que un ermitaño ya veneraba una imagen de la Virgen en la Cueva antes de la llegada de Pelayo.

La primera capilla que se construye en la Cueva de Covadonga fue edificada por Alfonso I, esposo de Ermesinda (hija de D. Pelayo y hermana de Favila), en el año 740.  Más tarde se construyó una iglesia recubierta por una estructura o entramado de madera que era conocida como el Milagro de Covadonga, porque sus vigas estaban incrustadas en la roca que parecía un milagro que no se cayese. En ella fueron erigidos tres altares, uno dedicado a la Santísima Virgen, en el misterio de su Natividad; otro a San Juan Bautista y un tercero a San Andrés.

9 de septiembre de 2021
19:00

Salón de actos del Antiguo Instituto

Julián Herrojo