Texto escrito por el Catedrático de Lengua y Literatura y Doctor en Filología Románica Fidel García Martínez.
En estos demagógicos tiempos en los que la monarquía española es objeto de crítica, incluso desde ministros del gobierno, que un día sí y otro también cuestionan la legitimidad constitucional de la Corona, es conveniente reivindicar la memoria histórica de un gran Rey Alfonso X el Sabio, hijo del mayor de los reyes de España San Fernando III, y cuyo VIII nacimiento se conmemora este año (1221-1284). Ciertamente su gobernanza como rey se vio afectada,y de alguna forma oscurecida, por algunos acontecimientos luctuosos, sin embargo su reinado ha dejado un ingente legado cultural histórico y literario La visión de la Historia tanto de España como General, que nos ha dejada el Gran Rey nada tiene que ver con los opiniones de los historiadores postmodernos para quienes la verdad histórica no existe, porque los hechos no existen sino sus interpretaciones ideológicas, sean marxistas como la lucha de clases y con las liberales de la mano invisible del mercado. Alfonso X nos presenta una visión teológica de la Historia- Historia de la salvación- siguiendo los presupuestos de las dos ciudades de San Agustín, La ciudad de Dios y la ciudad de los hombres en continúa lucha por imponer su visión de los acontecimientos.
Descalificar las opiniones históricas o teorías cosmológicas y astrológicas, porque carecen de base científica es como descalificar las teorías renacentistas porque contradicen los paradigmas astrofísicos dominantes que se suceden de forma ininterrumpida. Pese a todo, la importancia de la obra de Alfonso X el Sabio es considerable, consiguió reunir a los sabios más importantes de época en la Escuela de Traductores de Toledo, en donde sabios españoles, italianos, judíos cristianos y musulmanes lograron una síntesis prodigiosa del saber de su tiempo. Su gran deseo era el saber universal, por eso escribe: “Cada uno cuando más ha del saber y más llega a él por estudio, tanto más aprende y crece y llega a ende más a Dios”. Es común entre los analistas de la obra literaria y científica del Sabio rey, Alfonso, la opinión que nunca antes ningún monarca tuvo tanta pasión por los estudios y las ciencias. Pero no solo destacado por ser el padre de la prosa e Historia en lengua castellana. En su código legislativo Las Siete Partidas legisla sobre temas tanto importantes como la vida religiosa-eclesiástica: los derechos y obligaciones de los gobernantes: el matrimonio la justicia, los delitos y las penas, como los contratos y los testamentos.
También en la poesía lírica Alfonso X se nos presenta como un poeta fuera de lo común, con sus célebres y nunca suficientemente ponderadas desde el punto de vista lírico-teológico las Cantigas de Santa María, aunque escritas en gallego, tienen un lugar importante en la lírica medieval por su musicalidad y variedad métrica. Todos los temas tienen como finalidad demostrar cómo la Santísima Virgen María ayuda y ampara a sus fieles devotos en todas las situaciones de la vida. También compuso el Rey Sabio en la lengua gallega poemas de carácter amoroso y satírico. Las Cantigas son de tipo narrativo y lírico y suponen una vuelta “a lo divino” de la cantiga de amor. Como harían siglos después los grandes poetas carmelitas Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.