Noticia publicada en el diario El Comercio

Verónica García-Peña: «La comida sirve de puente entre lo cotidiano y la magia»

La escritora y colaboradora de EL COMERCIO Verónica-García Peña disertó sobre la gastronomía de Mary Poppins en el Ateneo Jovellanos

Pablo A. Marín Estrada

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Una invitación a leer con mucho gusto una novela infantil que en su versión cinematográfica es un verdadero icono de los musicales para todos los públicos, esa era la propuesta con la que la escritora y colaboradora de este diario, Verónica García-Peña, impartía ayer en el Ateneo Jovellanos de Gjón su conferencia ‘La gastronomía mágica de Mary Poppins‘. La charla seguía la estela emprendida por la autora de ‘Hasta morir la muerte’ y ‘El ladrón de sueños’ en la temporada pasada del Ateneo, donde abordó la vertiente culinaria de algunas novelas góticas victorianas y lo hacía con el mismo propósito: «Es otra forma de leer y con la mente más abierta. No solo fijarte en los personajes o tramas, sino en la presencia o ausencia de comida, que te puede decir mucho de la historia que te están contando. Y a la vez una manera de acercar los libros a la gente de una forma más divertida», apuntaba la novelista.

En la serie de novelas de Mary Poppins creadas por Pamela L. Travers su variada oferta gastronómica se divide, como señaló García-Peña en «real o la propiamente mágica y dentro de ésta hay una parte que sigue siendo real, con alimentos que podemos hacer y comer, la gracia está en las circunstancias que se dan: un delfín que habla y te ofrece un arenque o un perro que come ostras con nata. La comida en este caso sirve de puente entre la cotidianidad y la magia». Tomando esta última idea, la escritora comenzó su charla planteando: «¿A qué sabe la magia?». Y es que, afirmó: «Si cerramos los ojos y pensamos en un bizcocho o en un caramelo, igual la magia está más cerca de lo que creemos y su sabor también».

El menú de fantasía propiamente dicha en el mundo de Mary Poppins incluiría estrellas con sabor a jengibre o caramelos de conversación. Y en lo que se refiere al sabor que identifica estos libros, la conferenciante no tuvo dudas en asegurar que «sería dulce y el plato que los caracteriza, el plum cake». Las meriendas tienen un protagonismo especial en las historias ideadas por Travers: «Son algo cotidiano que puede acabar siendo mágico, como la merienda que acaba en el techo porque un tío de Poppins se hincha con gas de la risa y explota. Es una forma de abrir la imaginación a los niños», para Verónica García-Peña.
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